El 6 de noviembre, según NBC News, en una reunión de principales donantes de Harris celebrada en un hotel de Washington, un demócrata comparó el ambiente con un "funeral". Un funcionario del equipo de campaña de Harris resumió brevemente este sentimiento: "No muy bueno". Al principio de la noche, los funcionarios de la campaña de Harris expresaron confianza, diciendo que creían que Harris ganaría. Pero cuando se conocieron los resultados, su estado de ánimo claramente disminuyó, casi melancólico. El martes por la noche, la presidenta de campaña de Harris, Jen O'Malley Dillon, dijo que el candidato demócrata aún tiene oportunidades de ganar en los estados del muro azul de Michigan, Wisconsin y Pensilvania, donde la competencia seguía reñida en la medianoche en la costa este. "Esperamos que ocurra un milagro", dijo un ex ayudante de campaña de Biden. "Todas nuestras esperanzas están puestas en el muro azul".