¿Por qué el Bitcoin sigue siendo la principal criptomoneda?

Bitcoin es de conocimiento común en este punto: Bitcoin es, de lejos, el principal punto de acceso para cualquiera que se introduzca en las criptodivisas, ya sean fans de la tecnología, las comunidades o simplemente buscando invertir y obtener un beneficio (que es el caso de la mayoría de los inversores). Desde que las criptodivisas se convirtieron en una verdadera corriente, el término se ha asociado inmediatamente con Bitcoin.

La cadena de bloques de Bitcoin no ha cometido nunca un error ni ha sufrido un exploit: Casi todos los proyectos de criptomonedas, incluidos los de la talla de Ethereum y Solana, se han enfrentado a errores transaccionales, de escalado y programáticos en varios puntos de su desarrollo. Bitcoin no lo ha hecho, nunca, en 13 años.

Límite de 21 millones de BTC + reducción de la minería a la mitad = activo deflacionario: El límite perpetuo de Bitcoin de 21 millones de unidades minadas más su dificultad de minería que se duplica cada cuatro años aproximadamente (coincidiendo con las carreras alcistas del mercado) lo convierte en una obviedad cuando se trata de una criptoinversión sólida.

Bitcoin está verdaderamente descentralizado: La mayoría de los proyectos no están completamente descentralizados o incluso tienen figuras públicas muy conocidas, como el cofundador de Ethereum, Vitalik Buterin. Aunque a primera vista esto puede parecer más atractivo para los inversores, en realidad es lo contrario. Nadie sabe quién está detrás del desarrollo de Bitcoin, y eso no deja lugar a dudas sobre su liderazgo, ya que no lo hay. Todo el desarrollo es anónimo y todo el mundo está contento mientras Bitcoin funcione, como así es.

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El mercado de las criptomonedas tiene actualmente 13 años. En enero de 2009, se minó el primer bloque de Bitcoin junto con la activación de la primera red blockchain. Desde entonces, el mercado ha cambiado hasta convertirse en algo irreconocible para aquellos que empezaron hace una década; finanzas descentralizadas, NFTs, metaverso, Web3, criptojuegos, la lista podría continuar durante todo este artículo.

Y sin embargo, todavía hay un rey criptográfico muy claro en la cima de la colina: Bitcoin. Independientemente de la evolución del mercado, Bitcoin sigue ocupando el podio como el activo digital preferido para invertir y utilizar, con un dominio actual del mercado de alrededor del 46% con respecto a todo el mercado y un volumen medio diario de operaciones de 18.000 millones de dólares.

Es natural que el pionero de cualquier nueva tecnología que emerge en la corriente principal acabe siendo eclipsado por nuevos competidores; ha ocurrido con los navegadores tras la creación de Netscape, el alquiler de vídeos con Blockbuster, los teléfonos móviles con Nokia y Motorola, etc. ¿Por qué no es el caso de Bitcoin?

En este artículo, explicamos lo que hace que Bitcoin sea especial y por qué Bitcoin sigue siendo la mejor criptodivisa, con sus principales ventajas para el público en general.

Bitcoin es de conocimiento común en este momento

Aunque esto no tiene relación con los aspectos técnicos que hacen que Bitcoin sea la criptodivisa más importante durante tantos años, es el principal que hay que tratar. Si se le pregunta a alguien que no es experto en criptografía qué es el mercado de las criptomonedas, lo más probable es que responda una de las dos cosas siguientes: decir que no lo sabe o responder "es como el Bitcoin, ¿no?" aunque no haya tenido ninguna experiencia con el activo, y no se equivocaría.

El Bitcoin es, con diferencia, el principal punto de acceso para cualquier persona que se adentre en las criptomonedas, ya sean fans de la tecnología, de las comunidades o simplemente busquen invertir y obtener beneficios (que es el caso de la mayoría de los inversores).

El cripto se volvió legítimamente mainstream allá por 2017, durante el boom de las ICOs cuando el Bitcoin casi alcanzó los 20k dólares a finales de año. En ese momento, el activo tenía un dominio del mercado mucho mayor y, desde entonces, se presentó a personas de todos los ámbitos como la referencia de las llamadas "criptodivisas." Puede que esa referencia cambie algún día para las generaciones futuras, pero para los adultos presentes durante este periodo de introducción al mundo de las criptomonedas, el término "cripto" siempre será seguido en nuestras mentes por la palabra "Bitcoin."

El blockchain de Bitcoin nunca ha cometido un error ni ha sufrido un exploit

Las nuevas tecnologías siempre vienen con incertidumbre y mucho ensayo y error, y eso también se aplica a Bitcoin y al mercado de criptomonedas en su conjunto. Las nuevas cadenas de bloques, los proyectos de capa 1 o 2 y las formas de realizar transacciones y proyectos a escala siempre han venido acompañados de los mismos problemas de siempre a los que se ha enfrentado la tecnología desde su concepción. En su mayoría, se trata de hacks y errores de programación.

La congestión, los problemas transaccionales y los problemas de escalabilidad han ocurrido con Ethereum muchas veces en los últimos siete años. Solana, actualmente el "asesino de Ethereum" favorito de la gente, ha tenido su red cerrada varias veces en los últimos dos años, ya sea por congestión o por errores de programación. Cardano, el proyecto prometido que supuestamente se apoderaría de todo el cripto por la tormenta, todavía no ha logrado proporcionar nada que certifique su utilidad real.

Bitcoin y su blockchain, sin embargo, se han enfrentado a cero errores transaccionales o exploits en 13 años. Cero. Claro que las transacciones pueden ser lentas a veces, o un poco más caras de lo habitual, pero nunca se ha producido ningún fallo real en el entramado. Ni un solo sistema bancario en toda la historia del mundo ha conseguido eso. Ni siquiera durante un año, por no hablar de trece.

Límite de 21 millones de BTC + reducción de la minería a la mitad = activo deflacionario

Esta ventaja que convierte al Bitcoin en un activo deflacionario viene inevitablemente acompañada de la presunción de que la gente también está comprometida con su valor y su economía. Un activo, como el oro, puede ser deflacionista sobre el papel, pero eso rara vez importa si el propio mercado no le da valor. Dada la estratosférica subida de Bitcoin hasta su máximo histórico de 69.000 dólares por moneda, está muy claro que el mercado sí lo percibe como un activo importante.

Teniendo esto en cuenta, la creación de un límite de activos y la reducción a la mitad de Bitcoin lo hacen extremadamente atractivo para cualquiera que busque hacer una inversión sólida a largo plazo.

Cada cuatro años aproximadamente, Bitcoin pasa por un proceso llamado "halving" -en el que la potencia de cálculo necesaria para minar un solo Bitcoin se duplica-, lo que hace que la recompensa habitual sea solo la mitad de lo que era antes, por lo que se reduce a la mitad. La última reducción a la mitad se produjo en 2020 y la próxima será en 2024. Los inversores siempre han correlacionado estas reducciones a la mitad con el bombeo del mercado en una carrera alcista. La reducción a la mitad de 2016 se produjo justo antes de la carrera alcista de 2017, la de 2020 casi inmediatamente antes y la de 2024... bueno, quién sabe, pero se entiende la idea.

Simultáneamente, el hecho de que sólo habrá 21 millones de Bitcoin en existencia - una vez que se hayan minado todos, para toda la eternidad - pone un estatus deflacionario muy claro a la moneda. Claro, el oro es etiquetado como deflacionario ya que es limitado. Lo mismo para la plata, el cobre, etc. Pero no sabemos realmente cuánto hay de ellos por ahí. Con el Bitcoin, está muy claro - no importa si un BTC valdrá 100 mil, 1 millón de dólares, cualquier cantidad de dinero en los próximos años. Si tienes un Bitcoin entero, sólo quedan 20,99 millones para miles de millones de personas.

Hay un sinnúmero de otros proyectos de criptografía ahora que tienen estas mismas propiedades, pero recuerde; Bitcoin lo hizo primero, y sigue siendo la referencia mundial de lo que significa "cripto".

Bitcoin es realmente, completamente descentralizado

La criptografía se relaciona a menudo con la descentralización, no sólo por los servicios y herramientas financieras descentralizadas, sino por el origen de los propios proyectos. Sin embargo, le sorprenderá saber que la mayoría de los proyectos no están descentralizados cuando se trata de su desarrollo real. Incluso Ethereum, en desarrollo bajo la Fundación Ethereum, ha sufrido muchos problemas de centralización en el pasado. Y no sólo eso, sino que las figuras que están detrás de estas grandes novedades son muy públicas. Vitalik Buterin para Ethereum, Charles Hoskinson para Cardano, Do Kwon para Terra, la lista continúa.

Bitcoin, por otro lado, está totalmente descentralizado hasta la médula. No sólo el proyecto y sus contribuyentes carecen de una jerarquía fija de desarrollo, sino que incluso los creadores detrás de la criptomoneda siguen siendo completamente anónimos. Han pasado 13 años desde la concepción de Bitcoin y nadie tiene ni idea de quién es Satoshi Nakamoto. La descentralización es una palabra mágica en el mundo de las criptomonedas que la mayoría de los inversores no acaba de entender, pero Bitcoin la lleva al extremo al ser un proyecto totalmente anónimo desde el principio.

Tal vez te preguntes, ¿no es mejor que la gente conozca las caras detrás de esos proyectos para que los inversores se sientan más seguros a la hora de invertir? Es un razonamiento razonable, pero resulta que no es así. De hecho, podría funcionar al revés. Un ejemplo de ello es el de Elon Musk. Un empresario increíble, sin duda, pero al que le encanta verse envuelto en varias polémicas, y la mayoría de ellas enfadan bastante a los inversores y a las partes interesadas.

Con la descentralización total, no deja lugar a que sus personajes públicos pongan en duda los proyectos y tampoco importa quién esté detrás de ellos mientras funcionen. En el caso de Bitcoin sí funciona, y lo hace a la perfección.

Autor: Gate.io Investigador: Victor Bastos. Traductor: Jose E.

*Este artículo representa únicamente la opinión del investigador y no constituye ninguna sugerencia de inversión.

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