Los comerciantes e inversores confían en herramientas específicas para ayudar a navegar las complejidades del comercio. Uno de esos instrumentos fundamentales es el indicador delta de volumen acumulativo (CVD). Posicionado como un faro dentro de los tumultuosos mares de las fuerzas del mercado, el indicador CVD desempeña un papel crucial, especialmente en el ámbito de las criptomonedas, conocidas por su alta volatilidad y rápidas fluctuaciones de precios.
El indicador CVD es una sofisticada herramienta de análisis técnico, meticulosamente diseñada para analizar e interpretar el funcionamiento interno del mercado. En lugar de centrarse únicamente en los precios, profundiza y mide el impulso mismo que impulsa estos precios. Lo logra rastreando la diferencia acumulada entre el volumen de órdenes de compra y venta en el mercado durante un período de tiempo prolongado. Este conteo implacable revela la batalla en curso entre la presión de compra, a menudo asociada con un sentimiento alcista, y la presión de venta, un presagio de tendencias bajistas.
El CVD es el reflejo de la psicología colectiva del mercado, una ventana a las acciones y reacciones de los comerciantes en masa. Al revelar la intensidad de la presión de compra y venta en distintos niveles de precios, ayuda a decodificar las narrativas que impulsan los movimientos del mercado. Esta idea es particularmente valiosa en los mercados de criptomonedas, donde los métodos tradicionales de valoración de activos, a menudo vinculados a los flujos de efectivo y las ganancias en los mercados de valores, no son suficientes.
El indicador Delta de volumen acumulativo (CVD) es una herramienta de análisis técnico que se utiliza principalmente en los mercados comerciales, incluidas las criptomonedas. Mide y rastrea la diferencia acumulada entre el volumen de compra y venta en el mercado durante períodos prolongados. Este indicador ayuda a los operadores a comprender el impulso detrás de los movimientos de precios al revelar la presión de compra y venta en varios niveles de precios.
El indicador de volumen acumulativo, una incorporación relativamente reciente al arsenal de herramientas de análisis criptográfico, tiene sus orígenes en las operaciones en el mercado de valores en la década de 1980. Inicialmente, los operadores lo utilizaron para examinar los movimientos de capital en importantes índices bursátiles, incluidos NYSE, Nasdaq y S&P 500, ofreciendo una visión integral de la dinámica del mercado.
En su función original, el indicador monitoreaba toda la negociación de valores en estas bolsas de valores, presentando a los operadores una evaluación macroscópica de las condiciones del mercado. Sin embargo, el panorama de las criptomonedas carece de un índice unificado, lo que requiere la aplicación del indicador CVD a pares comerciales individuales, siendo BTC/USDT un excelente ejemplo.
Los operadores suelen integrar el indicador CVD con otras herramientas de análisis técnico como los niveles de retroceso de Fibonacci, RSI, Zig Zag, entre otras, para tejer una imagen más detallada de las tendencias del mercado y diseñar sus estrategias comerciales en consecuencia.
El indicador CVD no pretende funcionar como una señal aislada, sino que sirve para corroborar posibles reversiones del mercado, especialmente cuando un capital significativo entra o sale de un activo.
El uso del indicador Delta de volumen acumulativo (CVD) para identificar divergencias en los mercados de criptomonedas implica analizar estratégicamente los datos de volumen en relación con los movimientos de precios.
'Delta' es un término utilizado para describir el diferencial en los volúmenes de compra y venta que se producen en un precio específico dentro de una única sesión de negociación. Esta métrica es fundamental en el análisis técnico, ya que proporciona información inmediata sobre el estado actual del mercado. Delta no es un concepto abstracto sino un indicador cuantificable que refleja la dinámica operativa del mercado. Al analizar Delta, los operadores pueden discernir el equilibrio entre la oferta (órdenes de venta) y la demanda (órdenes de compra), un factor principal que influye en la volatilidad de los precios en el entorno comercial.
El Delta de Volumen Acumulado (CVD) extiende el principio de Delta agregando estos datos durante períodos comerciales sucesivos. Este método de cálculo ofrece una perspectiva más amplia de la actividad del mercado, lo que permite a los analistas observar e interpretar tendencias a más largo plazo. La naturaleza acumulativa de estos datos ayuda a identificar patrones persistentes de presión de compra o venta, que son indicativos de un sentimiento más amplio del mercado y pueden influir significativamente en las decisiones comerciales estratégicas.
El análisis de tendencias con el CVD implica monitorear el movimiento direccional de la propia línea CVD. Una trayectoria ascendente en la línea de CVD sugiere un aumento en el volumen de compras, lo que a menudo se correlaciona con condiciones alcistas del mercado. Por el contrario, una tendencia a la baja indica una mayor presión de venta, comúnmente asociada con escenarios de mercado bajistas. Este análisis es fundamental para formular estrategias comerciales, ya que reconocer la tendencia predominante del mercado es crucial para la gestión de riesgos y el posicionamiento de inversiones.
Las divergencias desempeñan un papel fundamental en el análisis de mercado. Representan casos en los que la tendencia de los precios y la línea CVD se desvían, lo que sugiere una posible debilidad en la tendencia predominante del mercado. Identificar divergencias requiere un análisis comparativo de los movimientos de precios y las tendencias de volumen. Estos acontecimientos son importantes ya que pueden indicar próximos retrocesos, proporcionando a los operadores información preventiva para la planificación estratégica.
Incorporar el análisis de CVD en las decisiones comerciales implica utilizar datos de volumen para validar o desafiar las tendencias actuales del mercado. Agrega una capa de verificación que refuerza la credibilidad de las señales comerciales. Los operadores utilizan esta información para confirmar la fuerza de la tendencia, anticipar posibles reversiones y tomar decisiones calculadas sobre las entradas y salidas comerciales, minimizando así las operaciones impulsivas o especulativas.
El CVD se utiliza a menudo junto con otros indicadores técnicos para proporcionar un análisis más completo. Al combinar datos de volumen con otras formas de análisis de mercado, los operadores pueden lograr una comprensión más matizada de las condiciones del mercado. Esta práctica mejora la confiabilidad de las señales comerciales y contribuye a un enfoque comercial más informado y estratégico.
El volumen Delta representa el cambio neto en el volumen de operaciones, calculado por vela durante una sesión de operaciones específica. Esta métrica es fundamental ya que resume la intensidad de la actividad comercial, con un delta positivo que significa un predominio del volumen de compra (indicativo de sentimiento alcista) y un delta negativo que destaca un mayor volumen de ventas (que sugiere un sentimiento bajista). La magnitud de estos pedidos a menudo se representa gráficamente, con el delta de volumen divergiendo de una línea de base cero, lo que ilustra la fortaleza o debilidad del impulso del mercado.
Los operadores aprovechan el análisis del delta de volumen en sinergia con la acción del precio, un enfoque que mejora el valor interpretativo de los movimientos del mercado. Este método de análisis dual es fundamental para identificar posibles reversiones del mercado, validar posiciones comerciales y fortalecer las estrategias comerciales generales. Por ejemplo, observar un delta de volumen negativo junto con un posible escenario de venta en corto corroboraría la presencia de un mayor interés de venta, influyendo así en los operadores para que posiblemente inicien una posición corta.
CVD eleva el análisis de delta de volumen al agregar estos valores delta individuales durante una serie de sesiones comerciales. Este enfoque acumulativo ofrece a los operadores la ventaja de evaluar las presiones de compra y venta durante un período de tiempo prolongado, sacando a la luz puntos fundamentales de oscilación del mercado. Estos datos completos son cruciales para detectar cambios en las tendencias del mercado y posibles fases de agotamiento del mercado, y sirven como indicadores confiables para entradas o salidas comerciales estratégicas.
Sin embargo, la verdadera ventaja estratégica surge de identificar divergencias entre los derechos compensatorios y la acción del precio. Estas divergencias, que significan una desconexión entre las tendencias de los precios y los volúmenes de negociación, son indicadores predictivos críticos. Por ejemplo, un escenario en el que el precio registra nuevos mínimos, pero el CVD ilustra una trayectoria ascendente, podría sugerir una presión de venta decreciente, pronosticando potencialmente una reversión alcista. Por el contrario, un escenario de aumento de los niveles de precios sin ir acompañado de un aumento proporcional de los derechos compensatorios podría indicar un debilitamiento del interés de compra, prediciendo posiblemente una reversión bajista.
La utilidad del análisis de derechos compensatorios va más allá de identificar puntos óptimos de entrada al comercio; también ofrece información valiosa para gestionar las operaciones en curso. Los indicios de saturación o absorción del mercado reflejados en el CVD podrían servir como señales para que los operadores consideren cerrar posiciones, salvaguardando así las ganancias o mitigando pérdidas potenciales. Subraya la importancia de un enfoque comercial multifacético y recomienda la integración de conocimientos sobre CVD con otros indicadores técnicos y herramientas de análisis de mercado.
Para obtener información más precisa y práctica, se anima a los operadores a utilizar datos y herramientas de plataformas comerciales y recursos de análisis financiero acreditados. Plataformas como TradingView o Coinalyze, conocidas por su sólida integridad de datos y herramientas analíticas, son ideales para obtener datos de mercado confiables. Esta práctica garantiza que los conocimientos derivados se basen en información completa y creíble, lo que permite a los operadores tomar decisiones comerciales informadas y estratégicas.
Las divergencias son parte integral del análisis técnico y brindan a los operadores advertencias sobre posibles cambios en las tendencias de los precios. En el contexto de los CVD, estas divergencias se manifiestan cuando la trayectoria del precio de una criptomoneda y el impulso del volumen no están en armonía. Por ejemplo, si el precio de una criptomoneda está subiendo pero el CVD muestra una disminución, sugiere que la tendencia alcista no está respaldada por un volumen de operaciones sólido. Esta falta de soporte insinúa una posible corrección o reversión del precio en el futuro cercano.
Las divergencias en materia de ECV se clasifican en positivas o negativas. La divergencia positiva se produce cuando el precio alcanza nuevos mínimos, pero el CVD comienza a ascender, lo que indica que la presión de venta puede estar disminuyendo y que podría estar en el horizonte un cambio de tendencia al alza. Por otro lado, se observa divergencia negativa cuando el precio alcanza nuevos máximos, pero el CVD no sigue su ejemplo, lo que indica un posible agotamiento del interés de compra y una próxima tendencia bajista.
El agotamiento es una fase del ciclo del mercado en la que una tendencia actual comienza a perder impulso, lo que a menudo se observa después de una tendencia alcista prolongada (agotamiento de las compras) o una tendencia bajista (agotamiento de las ventas). Los derechos compensatorios son fundamentales para identificar el agotamiento al mostrar un volumen decreciente incluso cuando los precios continúan subiendo o bajando, lo que indica una tendencia debilitada y una posible reversión.
La absorción, otra fase fundamental, se refiere a la condición del mercado en la que hay un volumen de compra significativo en una tendencia alcista (absorción de compra) o un volumen de venta en una tendencia bajista (absorción de venta), "absorbiendo" efectivamente las órdenes de compra o venta, respectivamente. Este escenario suele preceder a la continuación de la tendencia actual, reforzando su fuerza.
Reconocer estos patrones permite a los operadores anticipar posibles giros del mercado. Al ajustar sus estrategias comerciales en respuesta a estas señales ocultas, los operadores pueden potencialmente capitalizar las entradas tempranas a nuevas tendencias o las salidas oportunas de las posiciones actuales, optimizando así sus resultados comerciales.
Si bien las divergencias en materia de derechos compensatorios ofrecen información valiosa, no son infalibles. La divergencia puede persistir durante períodos prolongados sin culminar en una reversión de precios. Por lo tanto, se recomienda a los comerciantes que empleen un enfoque analítico equilibrado, corroborando los datos de CVD con otros indicadores técnicos y técnicas de análisis de mercado. Esta estrategia integral mejora la confiabilidad de las señales comerciales, asegurando una toma de decisiones más informada y resiliente.
La delta de volumen acumulada surge como un instrumento sofisticado en el conjunto de herramientas de un operador, que ofrece información matizada sobre las corrientes subyacentes de la dinámica del mercado. Es un testimonio de la intrincada interacción entre volumen y precio, una relación que, cuando se comprende, desbloquea una comprensión más profunda del sentimiento y el impulso del mercado. Sin embargo, el verdadero poder de las ECV no reside en su uso independiente sino en su integración con un marco analítico más amplio. Al corroborar las señales derivadas de CVD con otros indicadores técnicos y conocimientos del mercado, los operadores pueden forjar un camino más sólido, informado y estratégico a través de las complejidades del comercio de criptomonedas.
Los comerciantes e inversores confían en herramientas específicas para ayudar a navegar las complejidades del comercio. Uno de esos instrumentos fundamentales es el indicador delta de volumen acumulativo (CVD). Posicionado como un faro dentro de los tumultuosos mares de las fuerzas del mercado, el indicador CVD desempeña un papel crucial, especialmente en el ámbito de las criptomonedas, conocidas por su alta volatilidad y rápidas fluctuaciones de precios.
El indicador CVD es una sofisticada herramienta de análisis técnico, meticulosamente diseñada para analizar e interpretar el funcionamiento interno del mercado. En lugar de centrarse únicamente en los precios, profundiza y mide el impulso mismo que impulsa estos precios. Lo logra rastreando la diferencia acumulada entre el volumen de órdenes de compra y venta en el mercado durante un período de tiempo prolongado. Este conteo implacable revela la batalla en curso entre la presión de compra, a menudo asociada con un sentimiento alcista, y la presión de venta, un presagio de tendencias bajistas.
El CVD es el reflejo de la psicología colectiva del mercado, una ventana a las acciones y reacciones de los comerciantes en masa. Al revelar la intensidad de la presión de compra y venta en distintos niveles de precios, ayuda a decodificar las narrativas que impulsan los movimientos del mercado. Esta idea es particularmente valiosa en los mercados de criptomonedas, donde los métodos tradicionales de valoración de activos, a menudo vinculados a los flujos de efectivo y las ganancias en los mercados de valores, no son suficientes.
El indicador Delta de volumen acumulativo (CVD) es una herramienta de análisis técnico que se utiliza principalmente en los mercados comerciales, incluidas las criptomonedas. Mide y rastrea la diferencia acumulada entre el volumen de compra y venta en el mercado durante períodos prolongados. Este indicador ayuda a los operadores a comprender el impulso detrás de los movimientos de precios al revelar la presión de compra y venta en varios niveles de precios.
El indicador de volumen acumulativo, una incorporación relativamente reciente al arsenal de herramientas de análisis criptográfico, tiene sus orígenes en las operaciones en el mercado de valores en la década de 1980. Inicialmente, los operadores lo utilizaron para examinar los movimientos de capital en importantes índices bursátiles, incluidos NYSE, Nasdaq y S&P 500, ofreciendo una visión integral de la dinámica del mercado.
En su función original, el indicador monitoreaba toda la negociación de valores en estas bolsas de valores, presentando a los operadores una evaluación macroscópica de las condiciones del mercado. Sin embargo, el panorama de las criptomonedas carece de un índice unificado, lo que requiere la aplicación del indicador CVD a pares comerciales individuales, siendo BTC/USDT un excelente ejemplo.
Los operadores suelen integrar el indicador CVD con otras herramientas de análisis técnico como los niveles de retroceso de Fibonacci, RSI, Zig Zag, entre otras, para tejer una imagen más detallada de las tendencias del mercado y diseñar sus estrategias comerciales en consecuencia.
El indicador CVD no pretende funcionar como una señal aislada, sino que sirve para corroborar posibles reversiones del mercado, especialmente cuando un capital significativo entra o sale de un activo.
El uso del indicador Delta de volumen acumulativo (CVD) para identificar divergencias en los mercados de criptomonedas implica analizar estratégicamente los datos de volumen en relación con los movimientos de precios.
'Delta' es un término utilizado para describir el diferencial en los volúmenes de compra y venta que se producen en un precio específico dentro de una única sesión de negociación. Esta métrica es fundamental en el análisis técnico, ya que proporciona información inmediata sobre el estado actual del mercado. Delta no es un concepto abstracto sino un indicador cuantificable que refleja la dinámica operativa del mercado. Al analizar Delta, los operadores pueden discernir el equilibrio entre la oferta (órdenes de venta) y la demanda (órdenes de compra), un factor principal que influye en la volatilidad de los precios en el entorno comercial.
El Delta de Volumen Acumulado (CVD) extiende el principio de Delta agregando estos datos durante períodos comerciales sucesivos. Este método de cálculo ofrece una perspectiva más amplia de la actividad del mercado, lo que permite a los analistas observar e interpretar tendencias a más largo plazo. La naturaleza acumulativa de estos datos ayuda a identificar patrones persistentes de presión de compra o venta, que son indicativos de un sentimiento más amplio del mercado y pueden influir significativamente en las decisiones comerciales estratégicas.
El análisis de tendencias con el CVD implica monitorear el movimiento direccional de la propia línea CVD. Una trayectoria ascendente en la línea de CVD sugiere un aumento en el volumen de compras, lo que a menudo se correlaciona con condiciones alcistas del mercado. Por el contrario, una tendencia a la baja indica una mayor presión de venta, comúnmente asociada con escenarios de mercado bajistas. Este análisis es fundamental para formular estrategias comerciales, ya que reconocer la tendencia predominante del mercado es crucial para la gestión de riesgos y el posicionamiento de inversiones.
Las divergencias desempeñan un papel fundamental en el análisis de mercado. Representan casos en los que la tendencia de los precios y la línea CVD se desvían, lo que sugiere una posible debilidad en la tendencia predominante del mercado. Identificar divergencias requiere un análisis comparativo de los movimientos de precios y las tendencias de volumen. Estos acontecimientos son importantes ya que pueden indicar próximos retrocesos, proporcionando a los operadores información preventiva para la planificación estratégica.
Incorporar el análisis de CVD en las decisiones comerciales implica utilizar datos de volumen para validar o desafiar las tendencias actuales del mercado. Agrega una capa de verificación que refuerza la credibilidad de las señales comerciales. Los operadores utilizan esta información para confirmar la fuerza de la tendencia, anticipar posibles reversiones y tomar decisiones calculadas sobre las entradas y salidas comerciales, minimizando así las operaciones impulsivas o especulativas.
El CVD se utiliza a menudo junto con otros indicadores técnicos para proporcionar un análisis más completo. Al combinar datos de volumen con otras formas de análisis de mercado, los operadores pueden lograr una comprensión más matizada de las condiciones del mercado. Esta práctica mejora la confiabilidad de las señales comerciales y contribuye a un enfoque comercial más informado y estratégico.
El volumen Delta representa el cambio neto en el volumen de operaciones, calculado por vela durante una sesión de operaciones específica. Esta métrica es fundamental ya que resume la intensidad de la actividad comercial, con un delta positivo que significa un predominio del volumen de compra (indicativo de sentimiento alcista) y un delta negativo que destaca un mayor volumen de ventas (que sugiere un sentimiento bajista). La magnitud de estos pedidos a menudo se representa gráficamente, con el delta de volumen divergiendo de una línea de base cero, lo que ilustra la fortaleza o debilidad del impulso del mercado.
Los operadores aprovechan el análisis del delta de volumen en sinergia con la acción del precio, un enfoque que mejora el valor interpretativo de los movimientos del mercado. Este método de análisis dual es fundamental para identificar posibles reversiones del mercado, validar posiciones comerciales y fortalecer las estrategias comerciales generales. Por ejemplo, observar un delta de volumen negativo junto con un posible escenario de venta en corto corroboraría la presencia de un mayor interés de venta, influyendo así en los operadores para que posiblemente inicien una posición corta.
CVD eleva el análisis de delta de volumen al agregar estos valores delta individuales durante una serie de sesiones comerciales. Este enfoque acumulativo ofrece a los operadores la ventaja de evaluar las presiones de compra y venta durante un período de tiempo prolongado, sacando a la luz puntos fundamentales de oscilación del mercado. Estos datos completos son cruciales para detectar cambios en las tendencias del mercado y posibles fases de agotamiento del mercado, y sirven como indicadores confiables para entradas o salidas comerciales estratégicas.
Sin embargo, la verdadera ventaja estratégica surge de identificar divergencias entre los derechos compensatorios y la acción del precio. Estas divergencias, que significan una desconexión entre las tendencias de los precios y los volúmenes de negociación, son indicadores predictivos críticos. Por ejemplo, un escenario en el que el precio registra nuevos mínimos, pero el CVD ilustra una trayectoria ascendente, podría sugerir una presión de venta decreciente, pronosticando potencialmente una reversión alcista. Por el contrario, un escenario de aumento de los niveles de precios sin ir acompañado de un aumento proporcional de los derechos compensatorios podría indicar un debilitamiento del interés de compra, prediciendo posiblemente una reversión bajista.
La utilidad del análisis de derechos compensatorios va más allá de identificar puntos óptimos de entrada al comercio; también ofrece información valiosa para gestionar las operaciones en curso. Los indicios de saturación o absorción del mercado reflejados en el CVD podrían servir como señales para que los operadores consideren cerrar posiciones, salvaguardando así las ganancias o mitigando pérdidas potenciales. Subraya la importancia de un enfoque comercial multifacético y recomienda la integración de conocimientos sobre CVD con otros indicadores técnicos y herramientas de análisis de mercado.
Para obtener información más precisa y práctica, se anima a los operadores a utilizar datos y herramientas de plataformas comerciales y recursos de análisis financiero acreditados. Plataformas como TradingView o Coinalyze, conocidas por su sólida integridad de datos y herramientas analíticas, son ideales para obtener datos de mercado confiables. Esta práctica garantiza que los conocimientos derivados se basen en información completa y creíble, lo que permite a los operadores tomar decisiones comerciales informadas y estratégicas.
Las divergencias son parte integral del análisis técnico y brindan a los operadores advertencias sobre posibles cambios en las tendencias de los precios. En el contexto de los CVD, estas divergencias se manifiestan cuando la trayectoria del precio de una criptomoneda y el impulso del volumen no están en armonía. Por ejemplo, si el precio de una criptomoneda está subiendo pero el CVD muestra una disminución, sugiere que la tendencia alcista no está respaldada por un volumen de operaciones sólido. Esta falta de soporte insinúa una posible corrección o reversión del precio en el futuro cercano.
Las divergencias en materia de ECV se clasifican en positivas o negativas. La divergencia positiva se produce cuando el precio alcanza nuevos mínimos, pero el CVD comienza a ascender, lo que indica que la presión de venta puede estar disminuyendo y que podría estar en el horizonte un cambio de tendencia al alza. Por otro lado, se observa divergencia negativa cuando el precio alcanza nuevos máximos, pero el CVD no sigue su ejemplo, lo que indica un posible agotamiento del interés de compra y una próxima tendencia bajista.
El agotamiento es una fase del ciclo del mercado en la que una tendencia actual comienza a perder impulso, lo que a menudo se observa después de una tendencia alcista prolongada (agotamiento de las compras) o una tendencia bajista (agotamiento de las ventas). Los derechos compensatorios son fundamentales para identificar el agotamiento al mostrar un volumen decreciente incluso cuando los precios continúan subiendo o bajando, lo que indica una tendencia debilitada y una posible reversión.
La absorción, otra fase fundamental, se refiere a la condición del mercado en la que hay un volumen de compra significativo en una tendencia alcista (absorción de compra) o un volumen de venta en una tendencia bajista (absorción de venta), "absorbiendo" efectivamente las órdenes de compra o venta, respectivamente. Este escenario suele preceder a la continuación de la tendencia actual, reforzando su fuerza.
Reconocer estos patrones permite a los operadores anticipar posibles giros del mercado. Al ajustar sus estrategias comerciales en respuesta a estas señales ocultas, los operadores pueden potencialmente capitalizar las entradas tempranas a nuevas tendencias o las salidas oportunas de las posiciones actuales, optimizando así sus resultados comerciales.
Si bien las divergencias en materia de derechos compensatorios ofrecen información valiosa, no son infalibles. La divergencia puede persistir durante períodos prolongados sin culminar en una reversión de precios. Por lo tanto, se recomienda a los comerciantes que empleen un enfoque analítico equilibrado, corroborando los datos de CVD con otros indicadores técnicos y técnicas de análisis de mercado. Esta estrategia integral mejora la confiabilidad de las señales comerciales, asegurando una toma de decisiones más informada y resiliente.
La delta de volumen acumulada surge como un instrumento sofisticado en el conjunto de herramientas de un operador, que ofrece información matizada sobre las corrientes subyacentes de la dinámica del mercado. Es un testimonio de la intrincada interacción entre volumen y precio, una relación que, cuando se comprende, desbloquea una comprensión más profunda del sentimiento y el impulso del mercado. Sin embargo, el verdadero poder de las ECV no reside en su uso independiente sino en su integración con un marco analítico más amplio. Al corroborar las señales derivadas de CVD con otros indicadores técnicos y conocimientos del mercado, los operadores pueden forjar un camino más sólido, informado y estratégico a través de las complejidades del comercio de criptomonedas.